¿Qué es una enseñanza centrada en el aprendizaje?
El
enfoque centrado en el aprendizaje implica una manera distinta de pensar y
desarrollar la práctica docente; cuestiona el paradigma centrado en la
enseñanza repetitiva, de corte transmisivo-receptivo que prioriza la
adquisición de información declarativa, inerte y descontextualizada; y tiene
como referente principal la concepción constructivista y sociocultural del
aprendizaje y de la enseñanza, según la cual el aprendizaje consiste en un
proceso activo y consciente que tiene como finalidad la construcción de
significados y la atribución de sentido a los contenidos y experiencias por
parte de la persona que aprende. Este enfoque consiste en un acto intelectivo
pero a la vez social, afectivo y de interacción en el seno de una comunidad de
prácticas socioculturales. El proceso de aprendizaje tiene lugar gracias a las
acciones de mediación pedagógica que involucran una actividad coordinada de
intención-acción-reflexión entre los estudiantes y el docente, en torno a una
diversidad de objetos de conocimiento y con intervención de determinados
lenguajes e instrumentos. Además, ocurre en contextos socioculturales e
históricos específicos, de los cuales no puede abstraerse, es decir, tiene un
carácter situado.
Entre las
características del enfoque, destacan las siguientes:
·
El conocimiento y la actividad intelectiva de la
persona que aprende no sólo reside en la mente de quien aprende, sino que se
encuentra distribuida socialmente.
·
Atiende la integralidad del estudiante, es decir,
el desarrollo equilibrado de sus saberes, en donde si bien interesa su saber
conocer, también se considera relevante su saber hacer y su saber ser.
·
La adquisición de saberes, creencias, valores y
formas de actuación profesional es posible en la medida en que se participa en
actividades significativas.
·
La utilización de estrategias y herramientas de
aprendizaje adquiere mayor importancia ante la tradicional acumulación de
conocimientos. Asimismo, favorece el diseño de distintas formas de integrar el
trabajo dentro y fuera del aula.
·
Propicia la integración entre la teoría y la
práctica y permite la transferencia de los saberes a situaciones más allá del
momento en que fueron aprendidos.
Con base
en estas características es viable generar una docencia que centre su interés
en la promoción y movilización de los aprendizajes de los estudiantes. Desde la
perspectiva constructivista y sociocultural asumida, se plantea como núcleo
central el desarrollo de situaciones didácticas que recuperan el
aprendizaje por proyectos, el aprendizaje basado en casos de enseñanza, el
aprendizaje basado en problemas, el aprendizaje en el servicio, el trabajo
colaborativo , así como la detección y análisis de incidentes
críticos. Cada una de estas modalidades tiene un conjunto de
características y finalidades específicas que están orientadas a promover el
aprendizaje auténtico en el estudiante.
·
Aprendizaje por proyectos Es una
estrategia de enseñanza y aprendizaje en la cual los estudiantes se involucran
de forma activa en la elaboración de una tarea-producto (material didáctico,
trabajo de indagación, diseño de propuestas y prototipos, manifestaciones
artísticas, exposiciones de producciones diversas o experimentos, etc.) que da
respuesta a un problema o necesidad planteada por el contexto social, educativo
o académico de interés.
·
Aprendizaje basado en casos de enseñanza Esta
estrategia expone narrativas o historias que constituyen situaciones
problemáticas, en general sacadas de la vida real, las cuales suponen una serie
de atributos que muestran su complejidad y multidimensionalidad y que se
presentan al estudiante para que desarrolle propuestas conducentes a su
análisis o solución.
·
Aprendizaje basado en problemas (ABP) Estrategia
de enseñanza y aprendizaje que plantea una situación problema para su análisis
y/o solución, donde el estudiante es partícipe activo y responsable de su
proceso de aprendizaje, a partir del cual busca, selecciona y utiliza
información para solucionar la situación que se le presenta como debería hacerlo
en su ámbito profesional.
·
Aprendizaje en el servicio Es una
estrategia de enseñanza experiencial y situada que integra procesos de
formación y de servicio a la comunidad, mediante acciones educativas
organizadas e intencionalmente estructuradas que trascienden las fronteras
académicas y promueven aprendizajes basados en relaciones de colaboración,
reciprocidad y respeto a la diversidad de los participantes (escuela,
estudiante y comunidad). Su especificidad reside en vincular servicio y
aprendizaje en una sola actividad educativa que articula los contenidos de
aprendizaje con necesidades reales de una comunidad.
·
Aprendizaje colaborativo Estrategia
de enseñanza y aprendizaje en la que los estudiantes trabajan juntos en grupos
reducidos para maximizar tanto su aprendizaje como el de sus compañeros. El
trabajo se caracteriza por una interdependencia positiva, es decir, por la
comprensión de que para el logro de una tarea se requiere del esfuerzo
equitativo de todos y cada uno de los integrantes, por lo que interactúan de
forma positiva y se apoyan mutuamente. El docente enseña a aprender en el marco
de experiencias colectivas a través de comunidades de aprendizaje, como
espacios que promueven la práctica reflexiva mediante la negociación de
significados y la solución de problemas complejos.
·
Detección y análisis de incidentes críticos (IC) Se define
como un evento o suceso espacial y temporalmente determinado, que afecta
significativamente el estado emocional del maestro y consecuentemente
desestabiliza su acción pedagógica. El valor formativo de estos incidentes
reside en que su análisis posibilita cambios profundos en las concepciones,
estrategias y sentimientos del maestro, lo que a su vez propicia
transformaciones en la práctica docente.
De este
modo, el enfoque centrado en el aprendizaje sugiere que éste se logra en la
medida en que resulta significativo y trascendente para el estudiante, en tanto
se vincula con su contexto, la experiencia previa y condiciones de vida; de ahí
que los contenidos curriculares, más que un fin en sí mismos, se constituyen en
medios que contribuyen a que el estudiante se apropie de una serie de
referentes para la conformación de un pensamiento crítico y reflexivo.
¿Qué
es una enseñanza centrada en el aprendizaje?
La
educación superior tiene que adaptar sus estructuras y métodos de enseñanza a
las nuevas necesidades. Se trata de pasar de un paradigma centrado en la
enseñanza y la transmisión de conocimientos a otro centrado en el aprendizaje y
el desarrollo de competencias transferibles a contextos diferentes en el tiempo
y en el espacio. UNESCO, 1998. 2. Un modelo educativo centrado en el prendizaje
PARA CUMPLIR con la retadora empresa de hacer una reingeniería del proceso de
enseñanza y de aprendizaje con base en los lineamientos establecidos en la
misión del Tec, se requirió cambiar la forma tradicional en que los docentes
impartían sus clases. Es difícil incluir en un solo esquema las diferentes
formas en que los profesores del Tec utilizan el modelo educativo tradicional.
La Figura 2.1 presenta de una manera simplificada sus elementos clave. Figura
2.1. Modelo educativo tradicional. En una clase tradicional, el profesor dicta
su clase, contesta las dudas de los alumnos, estimula su participación con
preguntas y encarga trabajos, tareas y proyectos a realizar fuera del aula, ya
sea en forma individual o grupal. El alumno, por su parte, toma notas y
reflexiona sobre lo que el profesor expone, utilizando audiovisuales, acetatos,
vídeos, etc., que hacen que el dictado de clase se enriquezca y se vuelva más
interesante y atractivo. Este modelo en manos de un buen profesor ha sido muy
efectivo y, por mucho tiempo, fue el que mejor se adaptaba a la disponibilidad
de recursos didácticos y a las necesidades de la sociedad. Muchos profesores,
mediante este modelo, han sabido incorporar a su curso actividades de
aprendizaje como el estudio de casos, proyectos o simulaciones, los cuales
hacen que el alumno, durante el proceso educativo, desarrolle habilidades y
adquiera actitudes y valores como la responsabilidad, la honestidad, la
capacidad de análisis, síntesis y evaluación, y el trabajo en grupo. Sin
embargo, al no estar éstos explícitos en el proceso, su adquisición por parte
de los alumnos sucede de manera no programada, no estructurada. Puede ocurrir que
algunos estudiantes no logren desarrollarlos, pues el profesor rara vez
especifica las actividades y los mecanismos para que el estudiante los
adquiera, además de que no evalúa el grado en que los ha desarrollado. El
modelo educativo tradicional refuerza el esquema en el cual el profesor se
constituye en el eje del proceso de enseñanza y de aprendizaje. Es él quien
decide casi por completo qué y cómo deberá aprender el alumno y es el único que
evalúa cuánto ha aprendido, mientras que el estudiante participa solamente en
la ejecución de las actividades seleccionadas por el profesor, dependiendo así
de decisiones que se toman de manera externa a él. En el modelo tradicional, la
adquisición del conocimiento es el objetivo principal del proceso de enseñanza
y de aprendizaje y la exposición del maestro ocupa un lugar preponderante. Sólo
se evalúa el grado en que los alumnos han adquirido los conocimientos, y aunque
es obvio que se están desarrollando habilidades, actitudes y valores, este
aspecto no es un propósito explícito y forma parte del currículo oculto. En el
modelo educativo que surge con la misión, el eje del proceso de enseñanza y de
aprendizaje se desplaza del profesor al alumno. El aprendizaje en grupo se
combina con el trabajo individual, la exploración del estudiante reemplaza a la
exposición del profesor y se incorporan procesos didácticos cuya eficacia ha
quedado demostrada para dicho desarrollo; por otra parte, la enseñanza y el
aprendizaje se sirven de los beneficios que les ofrece el uso de la tecnología
informática y de la telecomunicación para enriquecer el proceso.
¿Qué es una enseñanza centrada en el
aprendizaje?
La educación centrada en el alumno es
un paradigma educativo irrenunciable para hacer efectiva la enseñanza que
deseamos. Sin embargo, llevamos décadas teorizando sobre la necesidad de virar
las enseñanzas hacia el alumnado y no acabamos de transformar en realidad este
asunto: la inercia de la costumbre y las asentadas culturas docentes
nos atenazan a repetir esquemas gastados e inoperantes.
Hacer posible el cambio implica dar
la vuelta a los patrones habituales y pensar de modo lateral – y creativo
– para desarrollar modelos disruptivos que generen nuevos esquemas:
quizás es esto lo que llamamos innovación.
Centrar la
educación en el alumno implica poner el foco en el aprendizaje
Se trata de ofrecer las riendas
al alumnado y hacerle gestor principal y participe activo de su propio
aprendizaje. Al soltar el control pareciera que los docentes adoptamos un
papel secundario. Lejos de ello, nuestro rol se configura en un quehacer mucho
más complejo y tecnificado: orientadores del aprendizaje.
Dejar de
instruir, y convertirnos en guías, nos coloca a los docentes en una posición
que supera la acción de explicar y nos sitúa en el infinitivo educar.
Consiste en una actividad mucho
más poliédrica, de una posición mucho más trascendente que
los docentes no acabamos de asumir. Para orientar es necesario navegar
entre un mar de metodologías, intuir todos los caminos posibles, mediar a
través de múltiples recursos.
El cambio radica en representar un
papel secundario que, lejos de ser peyorativo, contiene la esencia misma
de la profesión docente: modelo y luz del camino a seguir
para adquirir conocimiento.
¿Qué
es y qué no es orientar?
Como docente, asumir el rol
orientador nos supone despojarnos de las vestiduras academicistas y reprimirnos
las ganas de dar soluciones en vez de continuar provocando dudas. Al orientar
se nos invita a dejar de buscar las respuestas de los alumnos como
evaluación de lo aprendido y se nos empuja a eliminar la explicación
como ejemplo de producto acabado. Al guiar nos sorprendemos a
nosotros mismos abriendo el zoom de la práctica para que el alumnado
sea capaz de alcanzar metas macro y desarrollar pensamiento
superior: Los aprendizajes grandes son los conocimientos valiosos.
Orientar tiene que ver con tender
puentes, dar pistas, despejar caminos, iluminar sendas y ayudar a trazar
recorridos para la adquisición de aprendizajes auténticos y duraderos. Por
el contrario, orientar se aleja la idea de sentar cátedra, de reproducir
información, de clonar ideas e inculcar conocimientos.
No nos equivoquemos.
El papel de maestro orientador
es mucho más difícil de desarrollar que el rol
de profesor transmisor: orientar es un acto racional en el hay
que pensar, criticar, evaluar y planificar no sólo una, sinovarias posibilidades.
Un docente que orienta admite el ámbito de la duda, la posibilidad y el error.
La práctica orientadora provoca en el
docente la necesidad de la renovación profesional permanente y
supone el dominio de técnicas y tecnologías para la enseñanza que van mucho más
allá de la comunicación monologada, el pensamiento único y el conocimiento de
hechos consumados: orientardescarta la idea tradicional de la
explicación única y busca crear un ecosistema aula de
preguntas variadas , de respuestas diversas y de aprendizajes ricos y
poderosos. El orientador abarcamúltiples perspectivas,
construcciones divergentes que conviven en armonía con
pensamientos laterales e informales.
La orientación como práctica docente
ayuda a la búsqueda y desarrollo del ser creativo. Un buen
docente orienta a compartir porque sabe que ese es el camino para
multiplicar el conocimiento.
Por fin sabemos que aprender no tiene
apellidos. El aprendizaje es un proceso único:
el
aprendizaje que no es significativo, real y auténtico,
simplemente, NO existe.
¿Qué
es una enseñanza centrada en el aprendizaje?
El referente para abordar
conceptos como función docente; estrategias de enseñanza aprendizaje; métodos;
técnicas; actividades y habilidades como parte de la enseñanza es la docencia
en el contexto curricular del enfoque de las competencias profesionales, De
entre estos conceptos sobresale el de estrategias de enseñanza aprendizaje, que
es tratado como unidad o proceso integrado; acepción cercana a la de
“secuencias didácticas” propuesta por César Coll. Además, se sugieren
principios generales que identifican algunas estrategias de enseñanza
aprendizaje (aprendizaje basado en problemas, aprendizaje orientado a
proyectos, aprendizaje basado en casos y aprendizaje basado en evidencias);
estrategias que, en congruencia con el enfoque de las competencias
profesionales, promueven una mayor participación de los alumnos en la
adquisición de conocimientos. Descriptores: Función docente, estrategias de
enseñanza aprendizaje, competencias profesionales.
Para cumplir con su función
el docente para requiere de planes de trabajo que contengan una serie de
momentos organizados o pasos necesarios para cumplir con los propósitos de la
enseñanza. Estos procedimientos buscan relacionar el conocimiento teórico
práctico de la materia con el desempeño cognoscitivo de los alumnos, y permiten
a los docentes tener claridad sobre qué enseñar (desde el marco pedagógico
curricular) y también determinar las estrategias sobre el cómo enseñar
(didáctica). La definición de un plan y el desarrollo de estrategias de
aprendizaje no es una tarea que se resuelva fácilmente. Según Monereo, “Las
nuevas estrategias docentes son extremadamente difíciles de aprender e incluso
de esclarecerlas ante uno mismo, en especial cuando rompen viejos hábitos y
creencias y anulan destrezas duramente adquiridas. No basta con admitir que los
profesores se hallan en una excelente posición para desarrollar nuevas
estrategias, independientemente, sobre la base de capacidades comunes. Es
preciso un esfuerzo común y bien organizado y los profesores que trabajan
juntos, en cooperación tienen el mismo derecho e idéntica necesidad que otros
profesionales –como médicos e ingenieros– de informarse e investigar” (Monereo,
2000). Centrar el proceso educativo del aprendizaje en el alumno, pone en el
eje de la reflexión lo relativo a las capacidades (atributos, cualidades
personales) que debe tener el maestro. Estas capacidades, en muchas ocasiones
le exigen desaprender lo aprendido para dar entrada a nuevas formas de
docencia, de relación con el alumno y con el contenido que enseña. Lo anterior
puede representar un gran reto para la mayoría de los profesores de nivel
superior, la mayoría de los cuales no fueron formados pedagógicamente para ser
docentes. Para centrar el aprendizaje en el alumno no es suficiente con
reconocerlo como persona, se debe tener en perspectiva al sujeto que está en
posibilidades de adquirir nuevos conocimientos, que entabla una relación
educativa de manera intencional con otra persona que voluntariamente asume que
le puede ayudar a aprender. Por lo mismo, centrarse en el alumno trasciende la
sola intención de establecer condiciones para que el sujeto que aprende se
“sienta a gusto”. Al propiciar el aprendizaje, se debe no sólo pensar en el
alumno como un sujeto que aprende, de forma alegre y cómoda, sino también
reconocer que el aprendizaje implica algunos momentos difíciles, en los que él
tiene que echar mano de sus conocimientos académicos, culturales y de su
experiencia, incluyendo sus limitaciones y certezas. Algunos autores como
McCombs y Whisler (2000) plantean un enfoque de “educación centrada en el
aprendiz”. En su propuesta consideran de forma amplia tanto lo educativo como
al sujeto que aprende. Su concepción educativa trasciende el aula y amplían el
concepto de escuela como institución; por lo mismo toman en cuenta otra serie
de elementos sociales que rodean el proceso enseñanza aprendizaje. El alumno,
al que denominan “aprendiz”, es concebido como el sujeto que, además de
disponer de características para el aprendizaje, también es considerado como
persona. En esta propuesta acentúan la presencia de elementos afectivos y
cognitivos. Plantean que quien se encuentra en situaciones emocionales
alteradas, con dificultad podrá concentrarse en el aprendizaje.
¿Qué es una enseñanza,
centrada en el aprendizaje?
La principal innovación
metodológica de los últimos años ha sido trasladar el centro de atención de la
enseñanza al aprendizaje. La capacidad de impacto de esta idea es enorme y hace
posible una transformación sustantiva del concepto de enseñanza y de la función
atribuída a los profesores. Más que cambios en los artefactos es preciso
abordar cambios en la orientación de la enseñanza.
Supone enseñar a los
estudiantes a emplear “estrategias de aprendizaje autodirigido”, es decir,
estrategias metacognitivas. Supuesto: la incorporación de las TIC educativas
puede contribuir a desarrollar el meta-aprendizaje. Reto básico de las futuras
innovaciones.